Un corrector de textos (si no estamos refiriéndonos a un programa informático...) es un profesional que trabaja en la sombra: si desempeña bien su tarea, debería pasar desapercibido. Si lo hace mal, o si se prescinde de sus servicios, más de uno echará en falta su labor.
El blog de una correctora ortotipográfica, traductora de francés y lectora apasionada